De ser feliz a 18 de mayo.

Para mí no es fácil ser feliz a 18 de mayo.
Porque si hay una fecha que me robó las ganas de vivir, es ésta.
Hoy hace 19 años que murió mi padre, y aún así, hoy, soy feliz.
Reconocerlo me cuesta, porque la culpa, y las balanzas, pesan. Pero, como cada momento de felicidad de mi vida, con la banda sonora de la oración de Silvio de fondo (soy feliz, soy un hombre feliz, y quiero que me perdonen en este día los muertos por mi felicidad), me repito, y sé, que los muertos no perdonan: los muertos, en todo caso, se alegran, lo entienden, comparten.
Porque vivir es esto: compaginar pérdidas absolutas con sentimientos enormes, alegrías infinitas con dolores insuperables.
Por segundo año consecutivo, siento, a 18 de mayo, esta extraña sensación de algarabía y ausencia, uniendo, aún más, a mi padre con mi Atleti, con su Atleti. Completando y haciendo patente la ironía de la vida, el ciclo esencial de lo redondo.
Recuerdo aquel 96, con esta herida aún más abierta, viviendo la alegría rojiblanca con dolor, con culpa, como pidiendo permiso.
Hoy, aunque me dé vértigo pensar que han pasado ya la barbaridad de diecinueve años (joder, a la vez parece que fue ayer), vivo más serenamente este vaivén, esta vorágine de alegría y nostalgia.
Soy más consciente, o quizá más serena, o tal vez no, pero tengo la certeza absoluta de que, en caso de existir un cielo más allá de la memoria y el recuerdo, quienes lo ocupan se alegran con nosotros, disfrutan con nosotros, pues no en vano son nosotros, y nosotros, ellos.
Porque si soy atlética es por quienes me precedieron, por quienes me enseñaron esta manera de vivir, de exprimir lo (im)posible.
Así que aquí estoy, en esta décima, pletórica, dolorida, agradeciendo (a mis padres, a Luis Aragonés, a san Cholo Simeone, a Gárate, a Neptuno,…), compartiendo, guardando en la retina y en el alma, con la satisfacción que da saber que, momentos así, perpetúan, en mi sobrino y en tantos otros que aún no lo habían vivido, este sentimiento atlético indescriptible, mágico, redentor, salvavidas…

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

2 respuestas a De ser feliz a 18 de mayo.

  1. Adrián Nice dijo:

    Muy bonito y triste a la vez lo que dices.
    Escribes muy bien.
    Mucho ánimo.
    Abrazo :))

Deja un comentario